Fundada en 1859, la Maison Duval-Leroy se encuentra entre las pocas Casas de Champagne que han preservado su independencia. Desde hace casi 165 años, sigue fiel a sus valores, encarnados en un tríptico fundador: proteger, perfeccionar y transmitir.
Duval-Leroy: 165 años de historia en el corazón de la Côte des Blancs
Fundada en 1859, la Maison Duval-Leroy forma parte de la historia del champagne como una de las pocas que ha mantenido su independencia, un legado preservado desde hace más de 165 años.
En 1991, Carol Duval-Leroy tomó las riendas de la Maison y afirmó su visión basándose en un tríptico fundamental: proteger, perfeccionar y transmitir. Junto a su jefa de bodega, Sandrine Logette-Jardin, sublima cada año las tres variedades emblemáticas de la Champagne (chardonnay, pinot noir y pinot meunier) para revelar toda su finura y elegancia.
Hoy, la sucesión está asegurada por sus tres hijos, Julien, Charles y Louis. Fieles al legado familiar, han aportado una nueva dinámica a la Maison, combinando el respeto por las tradiciones con una ambición creativa. Juntos, perpetúan la excelencia del estilo Duval-Leroy a través de champagnes excepcionales.
Un espíritu de innovación en Champagne
Cuvées vanguardistas
Pionera en Champagne, la Maison Duval-Leroy siempre ha sabido conjugar innovación y excelencia. Precursora en la valorización de los crus, creó Fleur de Champagne Premier Cru, una cuvée emblemática que pronto celebrará su centenario. Fiel a su espíritu visionario, también fue una de las primeras Maisons en proponer un Brut con certificación ecológica: el Brut AB Bio.
Prácticas medioambientales comprometidas
Bajo el impulso de Carol Duval-Leroy, la primera mujer nombrada presidenta de la Asociación Vitícola Champenoise, la Maison se ha comprometido plenamente con una viticultura sostenible, obteniendo la certificación HVE y valorando con pasión la riqueza de su terruño.
Duval-Leroy destaca por su enfoque innovador en la gestión de su dominio, dotando su bodega de instalaciones vanguardistas: una central solar fotovoltaica, un sistema de recuperación de aguas pluviales y un muro vegetal que garantiza un aislamiento óptimo. Su compromiso con la excelencia también se refleja en su rigurosidad en materia de calidad y seguridad alimentaria, reconocida por numerosas certificaciones como ISO 9002, IFS, BRC e ISO 22000.
De la viña a la copa: un trabajo de orfebrería
Desde hace 20 años, Sandrine Logette-Jardin, jefa de bodega de la Maison Duval-Leroy, supervisa vinificaciones de una regularidad ejemplar, exaltando el brillo y la pureza del estilo de la Maison. El chardonnay reina aquí con maestría, dando origen a vinos de una gran precisión. Elaborados sin clarificación ni filtración, reposan durante largos años en bodega, a veces más de diez años para las grandes cuvées.
Guiada por esta búsqueda de la excelencia, la Maison Duval-Leroy desvela creaciones únicas: botellas orgánicas, cuvées parcelarias y elaboraciones respetuosas con el medioambiente. La Maison Duval-Leroy combina así inspiración y compromiso, elaborando sus champagnes con rigor y paciencia, sin ceder jamás a la facilidad.
Desde la viña hasta la copa, cada detalle es controlado con la mayor precisión, dando origen a vinos concebidos para sublimar los momentos más exquisitos de la gastronomía.
El estilo Duval-Leroy: champagnes únicos
«Hay un brillo, una salinidad incomparable. Los vinos son rectos, frescos, calcáreos, estructurados, con una personalidad y un resplandor únicos. Verticales, alargados, hablan el lenguaje de sus orígenes». Sandrine Logette-Jardin, jefa de bodega, define el estilo Duval-Leroy como un enfoque contemporáneo con una marcada vocación gastronómica.
Fleur de Champagne Brut Premier Cru, Brut Rosé Prestige Premier Cru, Blanc de Blancs Grand Cru, Femme de Champagne Grand Cru, Extra-Brut Précieuses Parcelles… elegantes, minerales y luminosas, las cuvées firmadas por Duval-Leroy son una invitación a redescubrir los grandes terruños de Champagne en toda su sutileza.