Considerado uno de los viticultores más sensacionales de España y uno de los mejores del mundo, Álvaro Palacios ha revolucionado verdaderamente el paisaje vitícola del Priorat, en Cataluña. Fue el artífice del renacimiento moderno de esta olvidada región vitivinícola al producir un vino llamado "L'Ermita", que desde entonces se ha convertido en un verdadero símbolo del Priorat en todo el mundo.
Tras estudiar enología en Burdeos y trabajar en el legendario Château Pétrus, Álvaro Palacios estaba destinado a tomar las riendas de un viñedo familiar. Pero en 1989, guiado por su intuición, decidió embarcarse en una nueva aventura y se instaló en Gratallops, un pequeño pueblo situado en las escarpadas colinas de la remota región del Priorat, a unos sesenta kilómetros de Barcelona. En esta tierra mística, los viñedos están plantados en laderas empinadas y aterrazadas cuya dramática pendiente hace imposible cualquier tipo de trabajo mecánico. En su lugar, se utilizan mulas y caballos.
En 1990, Álvaro Palacios adquirió su primer viñedo, Finca Dolfi, que se convertiría en el hogar de uno de los mejores vinos producidos por la finca. En 1993, nació"l'Ermita". Llamada así en honor a la pequeña capilla que domina la cima de la colina, l' Ermita llegaría a representar a la propiedad, ayudando a poner al Priorat en el mapa internacional.
Con rendimientos extremadamente bajos y un viñedo de cepas muy viejas, Álvaro Palacios rinde homenaje al carácter único de un terruño excepcional, dominado por un único tipo de suelo, la licorella. En estos suelos de pizarra negra, muy quebradizos, Álvaro Palacios produce magníficos vinos de Cabernet SauvignonGarnacha Tinta (Garnacha), Syrah y Cariñena (Cariñena), vinos que revelan una expresión pura del Priorato.