Elegancia y luminosidad
Dom Pérignon
Vintage 2013
Tras un año marcado por los extremos, Dom Pérignon Vintage 2013 se reconecta con el pasado de las añadas tardías. Esta excepción, dentro de dos décadas de vendimia precoz interrumpida por la cosecha 2004, pone de manifiesto uno de los aspectos fundamentales del gesto creativo de Dom Pérignon: tomar en cuenta el papel del tiempo de maduración en la búsqueda de la armonía.
La visión del Maestro Bodeguero, su gran capacidad para integrar las especificidades del año, lo llevó a imaginar y anticipar los efectos del trabajo del tiempo. Así, tras diez años de maduración sobre lías, la experiencia de Dom Pérignon Vintage 2013 nos muestra hoy una línea clara y evidente de armonía del champán, una armonia cincelada por el tiempo: una experiencia de degustación de un champán elegante y delicado.
Dos mil trece
El año vitivinícola 2013 se reconecta con el pasado de las añadas tardías. Tras un invierno húmedo y frío, una primavera gris, fresca y particularmente lluviosa, la viña comenzó su crecimiento 15 días por detrás de la media decenal, un retraso que se mantuvo hasta la vendimia. El verano, el más soleado nunca antes visto en Champagne, fue particularmente beneficioso para la calidad de las uvas. Las lluvias de principios de septiembre dieron rápidamente paso a un viento del este que mantuvo las uvas sanas hasta la cosecha. Para Dom Pérignon, la vendimia se extiende del 28 de septiembre al 15 de octubre y la degustación de las uvas revela un equilibrio prometedor entre acidez y redondez.
Una añada tardía
La nariz
En nariz es delicado y se caracteriza por toques coloridos. El verde del eucalipto, la menta y el vetiver. El naraja de la mirabel, el albaricoque y el azahar. El marrón de la pimienta, el cardamomo y el palo de regaliz. El plateado del yodo y el tostado.
El paladar
En boca es elegante, sencillo y preciso. El ataque es envolvente y aireado. La trama fina del vino se amplifica. La sensación salina prevalece sobre el resto y revela el equilibrio del vino.