Château Pape Clément 2014

La precisión y riqueza de un vino blanco Pessac-Léognan

La finca

Situada a las puertas de Burdeos, el Château Pape Clément es una de las fincas vinícolas más antiguas de la región, con la primera cosecha que tuvo lugar en 1252. Château Pape Clément debe su nombre al Papa Clemente V, quien gestionó apasionadamente su viñedo antes de donarlo al Arzobispo de Burdeos. En aquel entonces, se le conocía como las "Viñas del Papa Clemente". En 1983, Bernard Magrez, el incansable constructor y compositor de vinos raros, compró la finca. Bernard Magrez, que ahora posee 4 Grands Crus Classés en Burdeos, utiliza toda su energía y determinación para elevar Château Pape Clément a la élite de los Grands Crus de Burdeos. En 2009, Château Pape Clément fue notablemente recompensado con una puntuación de 100/100 por el crítico estadounidense Robert Parker.

El viñedo

El blanco de Château Pape Clément es un vino Pessac-Léognan de un viñedo de 18 hectáreas. Las vides, con una edad media de 23 años, están plantadas en suelos de grava arcillosa pirenaica. El viñedo se gestiona por parcelas. La finca Château Pape Clément tiene la certificación de Alto Valor Ambiental 3, certificación de la PYME y Bee-Friendly.

Mezcla

Sauvignon blanc y sémillon.

Características y consejos de cata para Château Pape Clément 2014

Cata

Color
De hermosa brillantez, el color amarillo dorado con reflejos verdes anuncia un vino de franca acidez.

Nariz
La nariz es de rara sensualidad aromática y complejidad. Con gran claridad, primero juega el registro de frutas de carne blanca (melocotón, manzana dorada, melón asiático, ciruela Reine Claude) antes de expresar una nota cítrica más clásica, principalmente en lima. La olfacción muestra que las uvas tienen una madurez muy completa y una cierta tensión (una restitución de las noches frescas de agosto y principios de septiembre).

Paladar
El paladar es muy dinámico con una buena tensión ácida, un carácter completo en el medio de la boca (grasa) lleno de fruta - mordemos la uva - antes de terminar en un concierto de sabores frutales, sin olvidar la nota especiada (jengibre) que acentúa la dinámica del vino. Un hermoso Pape Clément blanco.